martes, 12 de enero de 2010

Ecoreflexiones :Naturalmente textiles...¿ Damos el salto a la tela?




Foto: Sabado 9 de Enero 2010 en un bello paraje natural de la sierra gaditana:Grazalema.

Las personas naturistas, nudistas, mayoritariamente se interesan y preocupan por la, necesaria, conservación, defensa y protección del medio ambiente y de la Naturaleza y entienden de la necesaria implicación diaria y cotidiana de todos y cada uno ,aunque ciertamente existen amplios sectores sociales que estiman que la única vía que hay para cambiar las costumbres es la imposición y la multa. Lástima

Tras la ,generalizada, decepción social al respecto de los nulos resultados de la reciente Cumbre de las Naciones Unidas de Cambio Climático realizada en la capital danesa de Copenhague y que ha sido un fracaso, debido al escaso liderazgo y a la poca ambición de los Jefes de Estado que acudieron a la capital danesa, abrimos en este modesto blog una sección especifica y concreta sobre propuestas y sugerencias –modestas sin duda pero no por ellos a despreciar apriorísticamente- donde intentaremos realizar aportaciones factibles en materia de implicación medioambiental que,al menos, nos sirvan para la reflexión.

En esta ocasión trataremos sobre las bolsas de plástico:

España, uno de los mayores productores y consumidores europeos de bolsas de plástico, va a restringir su uso en 2010, según el plan del Ministerio de Medio Ambiente, y ya algunas grandes cadenas comerciales y de hipermercados han aprovechado para lanzar "sus" propias campañas de eliminación de bolsas de plástico y para aparecer como "empresas ecológicas" y que ponen “su granito de arena” por la defensa y protecciçon del medio ambiente...

Ahondando un poco sobre la cuestión ambiental que plantean estas bolsas y las críticas que se escuchan ante su prohibición no se puede negar que el impacto medioambiental de las bolsas de plástico es enorme y que debido a su baja biodegradabilidad y a su gran ligereza -vuelan fácilmente con el viento- las encontramos permanentemente en el medio ambiente y particularmente en el mar, donde los animales pueden tragarlas y asfixiarse con ellas. Esto no solo ocurre con los grandes animales marinos como los delfines, tortugas, ballenas, sino que al irse descomponiendo en trozos más pequeños pueden ser tragados por pequeños peces, muchos de los cuales mueren y debido a su negativo impacto sobre la fauna marina, las bolsas de plástico de un solo uso deberían ser rápida e inmediatamente prohibidas y retiradas en todas partes pues no hay absolutamente ninguna justificación seria para seguir produciéndolas, en ningún lugar.

Muchos críticos de esta retirada de las bolsas de plástico afirman que lo que hay que fomentar es el reciclaje de los plásticos. Por supuesto: en ningún momento los que abogamos por dejar de usar bolsas de plástico estamos en contra del reciclado de los plásticos. Pero como en todo, “el mejor residuo es el que no se produce“. Lo primero es reducir la cantidad de residuos que producimos. Solo entonces podemos pensar en reciclar lo que nos sobra (y solo en último lugar eliminarlo sin más tratamiento). Por lo tanto, antes de exigir el reciclado del máximo de residuos de envases -el contenedor amarillo-, es necesario que cese el sobre-envasado, que se fomente la venta de productos a granel y el ecodiseño (el diseño de los envases de manera que el residuo generado sea mínimo y fácilmente reciclable), pero también que se dejen de promover los envases de una sola porción, lo que tiene mucho que ver con nuestro modo de vida y de consumo.

Hablando de reciclaje, viene bien que recordemos que recordar no existe “el plástico”, sino muchos tipos diferentes de plásticos. Hay plásticos más fácilmente reciclables que otros, según al grupo familiar familiar al que pertenezcan o los aditivos que contengan. Es necesario separar los distintos tipos de plástico para su reciclado, lo que no siempre es posible cuando los materiales están mezclados, incluso en un mismo producto. Es cierto que la tecnología sigue avanzando para conseguir una buena separación de los plásticos, pero esto es costoso y complicado. Por otro lado, los plásticos -o mejor dicho, los polímeros- son materiales de alta tecnología, que pueden tener usos muy importantes, beneficiosos y necesarios, por ejemplo: la elaboración de medicamentos. Parece bastante más útil guardar el poco petróleo que tenemos para fabricar materiales más importantes o sin alternativa que malgastarlo en un producto de usar y tirar que puede ser reemplazado fácilmente y a bajo coste.

En cualquier caso, ¿se solucionaría el problema ambiental estrictamente "solo"con una buena concienciación ciudadana para que ninguna bolsa quede abandonada? Permítasenos el dudarlo: las bolsas, tan ligeras y con forma de “paracaídas”, vuelan descontroladamente y se van desparramando por el medio desde las papeleras o contenedores, durante su transporte al centro de tratamiento, en la misma planta de tratamiento de residuos…Y esto en el ,nos tememos que improbable, caso de que se lográse rebajar hasta cero el 56% actual de españoles que nunca reciclan plásticos.

Otra posible “solución”: las bolsas biodegradables. Existen bolsas biodegradables, compostables, fotodegradables, oxodegradables… Pero no debemos dejarnos confundir y pensar que en cuanto la bolsa sea desechada al medio, se desintegrará. La biodegradabilidad de estos productos se mide en unas condiciones muy específicas, por ejemplo las de una planta de compostaje. Si una bolsa compostable acaba en el mar o tirada encima de un arbusto no se desintegrará en pocos días, sino en pocos años. Tiempo más que suficiente para causar daños al entorno. Las denominadas foto u oxodegradables, que son las que se degradan mediante la luz del sol o el oxígeno, no se degradarán en el mar ni en el fondo de un vertedero. Pero sobre todo, no está nada claro que estas bolsas realmente no liberen productos tóxicos con su descomposición.

Es cierto que solemos emplear las bolsas de plástico de un solo uso como bolsas de basura en casa, en lugar de las que se comercializan -y que no salen gratis. En primer lugar, no nos parece tan descabellado que haya que pagar por bolsa de basura: es ya y desde hace tiempo una medida utilizada en muchos países para fomentar la reducción de los residuos en los hogares (si producimos menos basura, pagaremos menos). Para los residuos orgánicos, y especialmente en los lugares donde existe recogida selectiva de orgánica, lo mejor es usar bolsas de plástico compostables, que se degradarán rápidamente. Por supuesto, estas bolsas no deben usarse para depositar los residuos de envases puesto que no son reciclables (y contaminarían los residuos depositados en el contenedor amarillo).

Dicho todo esto, no está de más mirar de manera más crítica toda esta campaña por la prohibición de las bolsas de plástico. Aunque es una medida que muchos esperábamos con impaciencia y recalábamos desde hace años, no debemos dejar que se convierta en una mera limpieza de conciencia colectiva para justificar un modo de consumo totalmente insostenible. Nos encontramos con la paradoja de seguir yendo al centro comercial en coche, comprar gran cantidad de productos sobre-envasados que han viajado miles de kilómetros y que han sido fabricados con pesticidas y otros productos tóxicos, con derroche de agua y de energía, vendidos en grandes superficies con políticas medioambientales y sociales desastrosas…, eso sí: ¡sin usar bolsas de plástico!
Este tipo de medidas, como cambiar las bombillas normales por las de bajo consumo, o como la campaña “para ahorrar agua” son comparables con “baldear el Titanic con una cucharilla”. Sí, debemos usar bombillas de bajo consumo y dejar de usar bolsas de plástico, pero debemos hacer mucho más: “Si cada uno hace un poco, conseguiremos sólo un poco. Para conseguir grandes cambios hacen falta grandes acciones”.

Un primer y modesto paso para, entre todos y todas intentar y dotándonos de modestas pero no por ello menos interesantes herramientas cotidianas que coadyuven a erradicar las bolsas de plástico en nuestra vida cotidiana:Utilizar recipientes reutilizables es la mejor manera de evitar el residuo y de ahorrar recursos: el capazo de toda la vida, el carrito de la compra, las mochilas… son alternativas posibles y factibles a las bolsas de tela o de rafia, que también hay que promocionar, aunque controlando que no hayan sido fabricadas en condiciones inaceptables.

Hace falta, sin duda, seguir ahondando y profundizando bastante más sobre la cuestión ambiental que plantean estas bolsas y las críticas que se escuchan ante su prohibición, pero mientras tanto…hay pequeños grandes gestos diarios y cotidianos que todos t todas podríamos empezar a activa como, por ejemplo, el recuperar aquellas bolsas del pan que utilizaban nuestros abuelos y nuestros padres y que…, naturalmente, eran bolsas textiles, de tela…¨



¨¿ Damos el salto a la tela?:¿Nos decidimos?:¿Bolsas?:..Naturalmente textiles…y naturalmente que no hayan sido fabricadas en condiciones inaceptables...


Ecoreflexiones : Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.Mucha gente pequeña,en muchos sitios pequeños,haciendo muchas cosas pequeñas...si pueden contribuir en cambiar positivamente el mundo.