miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los guardianes de la moral, contra el nudismo



Mira que da gustito tomar el sol y bañarse desnudo, y también lo da dejar a cada cual que vaya como quiera si no molesta, pero tanto placer no podía ser bueno.
Lo han establecido así los guardianes de la moral, comandados por la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, una rubia de bote del PP, que se ha erigido en la principal defensora de la moral pública gaditana. ¡Con lo que tiene en su partido!

Teófila ha prohibido el nudismo en las playas de Cádiz capital, ni siquiera deja que arrinconen a los pelotistas en una esquinita, que es donde nos vemos confinados en muchas playas, y les ha arrebatado el derecho a tener un espacio, igual que lo tienen los que sí llevan bañador.
Que conste que a mí no me gustan las zonas acotadas para nadie. A mí me gusta ir a playas donde cada cual haga lo que quiera: llevar bañador o quitárselo, y en Cádiz, no en su capital, hay muchas de esas, a las que no llega la vara de la alcaldesa.
La sanción por estar desnudo donde no quiere Teófila llega a los 750, porque de lo que se trata, según la ordenanza que ha aprobado el Ayuntamiento, es de "proteger la salud pública, la integridad física y seguridad de las vidas humanas y el medio ambiente, así como conseguir una mejora de la imagen turística de la ciudad". Tela, telita, tela.
Eso es lo que pasa cuando se tiene una mirada atravesada, que ve "maldad y suciedad" en todo. A ver Teófila, que ir desnudo en la playa ni es follar allí delante de todo el mundo ni es organizar una bacanal ni es una indignidad.
La nefanda moral judeocristiana, ni más ni menos.
Una pena.